Las madres perfectas sólo existen en las redes sociales, pero las madres reales son perfectas para sus hijos. ¿Quieres saber por qué? Ahora que se acerca el Día de la Madre, te contamos las seis razones por las que eres la madre perfecta.
Nos han vendido una imagen de madre perfecta que es un poquito difícil de alcanzar. Una super mamá que trabaja todo el día y luego cuando llega a casa todavía tiene tiempo (y ganas) de sentarse en el rincón Montessori de su casa ideal a leer un cuento con sus hijos perfectos entre risas y miradas de complicidad. Todo ello sin despeinarse, claro.
Pero todos sabemos que la cosa no funciona así, ¿verdad? Puede que cuando lleguemos del trabajo nuestra casa no esté tan ordenada como nos gustaría, puede que nuestros hijos no se porten tan bien como nos gustaría y también puede que acabemos haciendo cosas que no encajen exactamente en nuestro ideal de madre perfecta.
Pues, ¿sabes qué? Que como esta semana se celebra el día de la madre, tenemos un mensaje importante que compartir contigo: ERES PERFECTA para tu hijo.
¿Y eso cómo va a ser? Pues ahí van seis razones por las que eres la madre perfecta para tus hijos:
1. Porque cometes errores
Vaya contradicción, ¿verdad? Pues resulta que tratar de alcanzar la perfección en la maternidad no sólo es el objetivo a seguir, sino que solo te llevará a la frustración (porque es imposible) además de generar grandes dosis de ansiedad que pueden contaminar bastante el día a día de la familia.
Asumir que todos cometemos errores, que no podemos llegar a todo, perdonarse cuando hacemos algo mal, darse espacio para aprender y mejorar… ¿No es esta una perspectiva más respetuosa para nosotras mismas y una mejor enseñanza para nuestros hijos?
2. Porque eres lo que tus hijos necesitan
Cuando tienes a tu bebé en brazos te queda clarísimo que las cosas que hasta ahora te habían preocupado pasan a un segundo plano. Él te necesita, a ti y a nadie más y a ese pequeño ser que depende de ti le da igual si eres guapa, lista, rica o todo lo contrario.
Cuando crecen las necesidades van cambiando, ya no son tan dependientes y a lo mejor ya no estamos en el Top 1 de sus preferencias, pero siempre podremos recurrir a eso de “madre no hay más que una”, ¿verdad?
3. Porque conoces a tus hijos mejor que nadie
Sabes perfectamente cuándo le pasa algo y sólo con mirarle ya sabes cómo le ha ido ese días en el cole. La complicidad te convierte en su refugio.
4. Porque eres una superheroína con un montón de poderes ocultos
La cantidad de superpoderes que desarrollamos cuando nos convertimos en madres es increíble: ojos láser para ver qué están haciendo los niños hasta en otra habitación, superfuerza para levantar la cantidad de trastos que vienen de serie con los peques, habilidades ninja para salir de la habitación cuando por fin se quedan dormidos…
A todo ello se suman las funciones extra que hemos adquirido durante el confinamiento, en el que además nos hemos convertido en profesoras, animadoras, monitoras de manualidades… ¡La cantidad de poderes ocultos que nos quedan por descubrir!
5. Porque te preocupas de que sean felices
Si en la generación anterior se priorizaba el rendimiento académico y la competitividad, ahora la forma de educar ha cambiado. No queremos niños que sean el primero de la clase, queremos niños felices.
Una forma de entender la maternidad que ha cambiado radicalmente la forma de entender a los niños y nuestra forma de relacionarnos con ellos, dando prioridad a la salud emocional. ¡Qué gran avance!
6. Porque eres una super mamá
¿Necesitas más motivos para convencerte de que eres una super mamá? Seguro que si repasas tu última semana encuentras un montón de motivos para felicitarte. Y no tienen que ser grandes cosas. Ese ratito que sacaste para jugar con él, ese cuento que le contaste aunque estabas muy cansada, ese espacio de charla sin móvil, ese plan que organizaste para el fin de semana porque sabes que le gusta, esa sorpresita que le has pedido por internet y que estás deseando que llegue…