Calentitos en clase: cómo abrigar a tus hijos para el cole

Otro curso escolar con los peques en clase con las ventanas abiertas. Ahora que las bajas temperaturas se empiezan a notar te contamos cómo abrigar a tu hijo para que esté calentito en el colegio.

como abrigar a los niños para el colegio

Lavado de manos, distancia social, mascarilla y ventilación. Son las normas básicas para mantener al COVID-19 a raya también este curso 2021-2022. La ventilación de las aulas es clave porque “La transmisión de virus en espacios interiores es entre 15 y 20 veces más eficiente que al aire libre”, según un documento de la Asociación Española de Pediatría con recomendaciones sobre la vuelta a las aulas. El escrito añade: “La ventilación frecuente de las aulas (abriendo las ventanas y puerta varias veces al día o durante todo el tiempo que sea posible), así como la limpieza y desinfección de estas deberá realizarse todos los días”.

Queda claro que la ventilación es fundamental para prevenir los contagios pero, ¿qué pasa cuando fuera hay temperaturas muy bajas? ¿Podrán los niños concentrarse en sus clases si están muertos de frío? ¿se resfriarán por pasar tantas horas expuestos al frío?

Con estos consejos lo tendrás más fácil a la hora de abrigar a tu hijo:

Habla con el colegio

Infórmate del protocolo de actuación que está siguiendo el colegio de tu hijo hablando con el tutor. No es lo mismo que las ventanas estén abiertas todo el día a que las abran puntualmente para ventilar, ¿hay algún sistema de calefacción funcionando?, ¿mi hijo está sentado cerca o lejos de la ventana? ¿Da el sol en la clase?  Los profes, que son los que pasan el día entero en clase con los niños, son los que mejor nos pueden informar de cuál es la temperatura media en el aula y así poder tomar decisiones sobre cómo vestir a los peques.

También depende de cada centro la posibilidad de permanecer en clase con abrigo, gorro, bufanda guantes o incluso una manta para los casos más extremos.

Recurre a la ropa térmica

Las prendas térmicas, bien conocidas por esquiadores y deportistas de alta montaña, ha saltado esta temporada de las tiendas de deporte a los armarios infantiles. Son la opción ideal para evitar vestir al niño con un montón de capas, algo que terminará haciéndole sentir incómodo y disminuirá su movilidad.

Podemos encontrar tanto camisetas (con y sin cuello alto o vuelto), mallas para ponérselas debajo de los pantalones y calcetines. En cuanto a los materiales, la mayoría de las que podemos encontrar en el mercado son de fibras sintéticas, como las de poliéster o poliamida, aunque cada vez es más habitual encontrar ropa térmica fabricada de lana merino, que suele tener un precio superior a la primera.

Las prendas de lana merino tienen la ventaja de que aíslan muy bien el cuerpo aunque el niño haya sudado. Además, al ser una fibra natural, es más adecuada para los niños que tienen la piel sensible o atópica (también en estos casos se recomienda la fibra de seda). Las camisetas sintéticas también protegerán a tu hijo del frío, aunque en el caso de que el niño sude, la protección frente al frío será menos efectiva. Además, si tu hijo tiene un sudor fuerte es más probable que se produzcan problemas de malos olores con esta opción.

Si en el cole de tu peque las temperaturas no son muy bajas, bastará con una camiseta interior de algodón para que tu hijo este abrigadito y cómodo.

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La técnica de las tres capas

Más que embutir a los niños en capas y capas de ropa, es mejor hacer una buena selección de las prendas que vamos a utilizar este año. La “técnica de las tres capas” es bien conocida por alpinistas. Ellos consiguen, mediante solo tres capas, crear un microclima que les proteja de las inclemencias del tiempo.

La primera sería una “segunda piel” de ropa térmica como hemos desarrollado en el apartado anterior. La segunda sería una capa de aislamiento que mantenga el calor que genera el propio cuerpo. Puede ser de material sintético como los forros polares o bien de fibras naturales como la lana. En cuanto a los pantalones, no recomendamos los vaqueros si no va a llevar otra capa debajo, ya que la tela es muy fría. Los pantalones de pana o los chándales con pelillo por dentro son más adecuados.

Por último, la función de la tercera capa, el abrigo. Lo suyo es que no sea muy aparatoso, ya que es más que probable que nuestro hijo termine llevándolo durante toda la jornada escolar. Lo mejor es que sea ligero y amplio para que permita la movilidad de los brazos.

Además, en los casos más extremos vez sea necesario recurrir a elementos extra durante la jornada escolar. Un gorro (que no pique) es una medida excelente para mantener el calor corporal. Asimismo, para niños pequeños es más recomendable el uso de braga de cuello en lugar de bufanda, ya que les resulta más cómodo y además así evitamos el problema de que se enganche la parte que sobresale. Los guantes con los dedos al aire permitirán a los niños escribir sin pasar demasiado frío en las manos.

No olvidar los zapatos

Los zapatos son un elemento fundamental en la protección térmica, ya que si los pies están fríos la sensación de frío y malestar se extiende a todo el cuerpo. Además de los calcetines térmicos, muchos padres recurren a las botas de montaña como calzado para el día a día de los niños en el colegio, ya que este tipo de zapatos, si son de calidad, cumplen la doble función aislante y térmica.

El calzado forrado con pelo también puede ser una buena opción, como por ejemplo las botas de après ski, pensadas para caminar por la nieve tras una jornada de esquí y este año perfectas para mantener los pies de nuestros peques calentitos.

Y tú, ¿cómo abrigas a tu hijo para ir al cole? Cuéntanoslo en comentarios

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